AL TORO DE LIDIA
AL TORO DE LIDIA
Cornalón y berrendo era el toro,
su nobleza y origen de casta,
su crianza dio honra al arriero
que cuidó el trapío y la estampa.
Desde novillo, su instinto fue fiero,
recto y fijo en la envestida,
hecho que registró el vaquero
al medir temple en la tienta.
Bronco sin duda el astado,
viveza en la muleta y las tablas,
resistente ante el caballo
y dispuesto en la faena.
Y así, animal tan bravo
se enfrentó a capa y espada,
siendo el arte del torero
quien lo indultó en la plaza.